Chacón: una testigo dijo que su ex escuchó la confesión de Luque

La mujer llamó al 911 para contar lo que le dijo su exmarido, que compartió por un tiempo celda con Mariano Luque. Ratificó su testimonio ante el tribunal.

Chacón: una testigo dijo que su ex escuchó la confesión de Luque

El portón de la finca donde sus compañeros vieron por última vez a Johana Chacón, el 4 de septiembre de 2012. Foto: Axel Lloret.

Sociedad

Johana Chacón

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 11 DE OCTUBRE DE 2018

Una mujer aseguró ante el tribunal que juzga a Mariano Luque por el homicidio de Johana Chacón que el acusado le confesó a su exmarido que había asesinado a la adolescente y enterrado su cuerpo. La confesión se dio durante un período en que ambos compartieron la celda. Los magistrados decidieron citar al hombre para que confirme o niegue este testimonio.

Después de una semana, se retomaron las audiencia del juicio oral y público que se sigue contra Luque por el homicidio de la niña a la que sus compañeros vieron por última vez el 4 de septiembre de 2012, cuando se bajó del micro que la trasladaba desde la escuela Virgen del Rosario hasta la puerta de la finca donde vivía, en Tres de Mayo, Lavalle.

 

El testimonio

La mujer (de la que no se consigna el nombre a pedido del tribunal) llamó primero al 911 para denunciar lo que le contó su expareja, que está detenido y que compartió por un tiempo la celda con Luque. Ahora, ratificó sus dichos frente a los jueces.

De acuerdo a la comunicación que escucharon los miembros del tribunal colegiado, la mujer le dijo a la operadora del 911 que su exmarido estaba detenido, acusado de violencia contra ella, pese a lo cual la llamó en varias oportunidades desde la cárcel y que en una de ellas le contó que compartía la celda con Luque. Relató que en un segundo llamado le comentó que, “bajo efectos de drogas”, el obrero le confesó que había matado a la adolescente y que luego había enterrado su cuerpo.

Denuncian mala praxis en la investigación del caso Chacón

La antropóloga forense e investigadora Celeste Perosino denunció mala praxis en la investigación que se llevó adelante para intentar saber qué le pasó a Johana Chacón. Explicó que hace dos años entregaron a la Justicia evidencias halladas en la finca donde vivía la adolescente y que nunca fueron analizados por ningún perito.

La operadora le solicitó a la mujer los datos personales y después llamó a la Fiscalía de Homicidios para informar sobre la denuncia. Con base en esto, el fiscal Alejandro Iturbide solicitó al tribunal que aceptara como nueva prueba el testimonio de la señora. Los magistrados dieron el visto bueno y los defensores de Luque no se opusieron.

Fue así como la mujer brindó su testimonio y repitió el relato que había hecho en su llamada al 911. Aseguró que primero no le creyó a su expareja, pero que después pensó que era importante decir lo que sabía, porque conocía a través de los medios de comunicación que la niña perdida en Lavalle no había sido encontrada.

Luego de las consultas del fiscal, de los querellantes Viviana Beigel y Pablo Salinas, una de las defensoras, María del Carmen Aguilar, le preguntó a la mujer si sabía que el Gobierno ofrecía una recompensa para la persona que aportara datos fidedignos para esclarecer el caso Chacón. A esto, la testigo respondió que no sabía nada.

Después de escuchar el testimonio, el tribunal ordenó que trasladen al hombre para que testifique (también solicitaron reserva de su identidad), así como el pedido al Servicio Penitenciario para que no tenga ningún contacto con Luque.

 

La confesión de Johana

Otra de las personas que testificó fue una de las amigas de Johana, Daiana Cortez Díaz, quien aseguró que en varias oportunidades la niña les dijo a las compañeras más cercanas que Luque había abusado de ella. Explicó que en ese momento –tenían 12 años– no entendían bien cómo podía pasar eso ni a qué se refería exactamente, y que nunca le contó a nadie esa confidencia.

Rastrillaje en busca de los restos de Johana Chacón

Lo ordenó la Justicia con base en la declaración de un testigo que se presentó la semana pasada por primera vez.

La joven declaró que primero no le creía a Johana, pero que después, cuando les repitió lo mismo y se largó a llorar, cambiaron de actitud. Contó que le preguntaron si le había contado a alguien lo sucedido y que la niña les dijo que a su hermana Beatriz Chacón, pero que ella no le creyó.

También testificó Roberto Cabrera, que tiene una finca en Maipú y quien explicó que conoce a Luis Curallanca (padrastro de Luque) porque sus padres viven en Lavalle. Dijo que después de la desaparición de Johana, Curallanca y su esposa fueron a consultarlo para alquilarle un tractor y que después de que se fueron salió a sacar la basura y encontró en el cesto un pequeño maletín con una agenda y unas fotos, en las que reconoció a la adolescente.

El hombre contó que llamó a la policía, quien se llevó todo el material que encontró en su cesto de basura. Ahora, frente al tribunal, reconoció la agenda que vio ese día, pero no las fotos que le mostraron.

En la audiencia también declararon Miguel Ángel Funes Orellana y su hijo Sebastián Edgardo Funes, quienes se quedaron durante dos semanas en la casa principal de la finca donde vivía Johana antes de su desaparición. Ambos coincidieron en asegurar que Luis Curallanca les prestó ese lugar para quedarse, pero que se tuvieron que irse porque su hijo más grande –Alexis– se envió mensajes con Beatriz Chacón, lo que provocó problemas con Mariano Luque.

Miguel Funes aseguró que cuando Curallanca le planteó el problema se fueron inmediatamente y que no lo volvieron a ver. Aseguró que tanto sus hijos como su esposa le comentaron que Luque les había enviado mensajes amenazantes.

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