El vocero militar de Moscú, el general Igor Konashenkov, informó que la Fuerza Aérea rusa destruyó al menos dos centros de mando, dos campos de entrenamiento y otras instalaciones del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria. Las operaciones de los aviones Su-24M también impactaron en decenas de vehículos militares y armamento pesado de los jihadistas.

Rusia centró sus ataques por primera vez en Raqa, base clave del EI, desde donde coordina su campaña en Siria. Se estima que hubo 18 ataques contra 12 objetivos.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los bombardeos rusos cayeron además en áreas bajo el control de grupos rebeldes en el centro y el norte de Siria, no del EI. La ONG precisó que se atacó el pueblo de Al Latmane, en la provincia central de Hama, territorio en poder del opositor Ejército de Al Aza, perteneciente al moderado Ejército Libre Sirio (ELS). La operación también tuvo como objetivo las localidades de Al Rikaia y Maarat al Nuaman, en la provincia septentrional de Idleb, dominada casi en su totalidad por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y sus aliados.

En tanto, Rusia abrió una de sus bases militares en Siria y mostró las primeras imágenes de sus aviones emplazados en Latakia, en la costa mediterránea del país árabe.
 

Reunión de Putin con Hollande y Merkel

Mientras sus aviones intensifican los bombardeos que comenzaron el miércoles en Siria, el presidente ruso, Vladimir Putin, asiste hoy a una cumbre clave con sus pares de Francia, François Hollande, y de Alemania, Angela Merkel. Aunque la reunión estaba programada desde hace tiempo para tratar los acuerdos de Minsk sobre la situación en Ucrania, se prevé que los mandatarios discutan sobre los ataques rusos en territorio sirio contra posiciones del EI.

Putin se encontraría primero con Hollande y luego con Merkel antes de participar en una cumbre con el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko. El contexto de las reuniones sin duda influye en ellas: los desacuerdos entre Rusia y los países occidentales son numerosos, principalmente por los bombardeos rusos en Siria. Días atrás, el canciller francés Laurent Fabius denunció ante la ONU que los ataques aéreos rusos en Siria podrían no haber apuntado contra los jihadistas del EI.

Poco antes del encuentro, el ministerio de Defensa ruso anunció en Moscú que la aviación rusa bombardeó por vez primera Raqa, bastión del EI.