Hay una vida para los residuos electrónicos y la clave es saber dónde desecharlos

La mal llamada “basura electrónica” es un problema de la era digital que afecta al medio ambiente y a nuestra salud. Actualmente en Argentina, según datos oficiales, se produce medio millón de toneladas de estos "residuos-e", es decir, alrededor de 13 kilos por habitante.

Hay una vida para los residuos electrónicos y la clave es saber dónde desecharlos

Foto: Global E-waste Monitor 2020

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Unidiversidad / Emilio Murgo - Fuente Infografía: Global E-waste Monitor 2020

Publicado el 28 DE MAYO DE 2021

Lo que se denomina RAEE (mal llamado basura electrónica) es un acrónimo formado por las palabras "residuos de aparatos eléctricos y electrónicos". Se trata de todos aquellos dispositivos de nuestra vida cotidiana que han dejado de funcionar, han llegado al fin de su “ciclo de vida útil” o son reemplazados por otros más modernos.

Actualmente en Argentina, según datos oficiales, aproximadamente al año se produce medio millón de toneladas de estos residuos-e, es decir, se puede calcular alrededor de 13 kilos por habitante. El desafío de nuestro país y del mundo radica en lograr una mayor conciencia de su uso para consolidar una contribución positiva, efectiva y sustentable con el medioambiente.

Unidiversidad dialogó con Cristina Pampillón, licenciada en Geografía, magíster en Gestión de Residuos y coordinadora del “Programa Residuos” del Instituto de Ciencias Ambientales (UNCUYO), que nos brindó datos poco conocidos sobre esta problemática.

En nuestro país se estima que solo el 3 % de estos materiales eléctricos y electrónicos son gestionados de manera correcta, y por ende, una gran parte de ellos (entre el 50 y el 60 %) son almacenados en los hogares, comercios y oficinas, en lo que se denomina “efecto tesoro”. Generalmente se almacenan por desconocimiento del procedimiento del descarte. Otra parte de estos residuos-e (entre el 10 y el 15 %) llegan a los servicios técnicos para prolongar su vida útil; entre el 5 y el 10 % se estarían reciclando para recuperar los materiales y el resto termina en basurales o en lugares inapropiados”, detalló.

Durante el año pasado (2020) se estima que había 5000 millones de usuarios de teléfonos celulares en el mundo. Muchos de ellos, a lo largo de su vida, cambian hasta 4 o 5 veces los celulares.

 

“Tenemos que cambiar el sistema lineal, del cual estamos acostumbrados a extraer, consumir y tirar, por un sistema de uso sostenible de los recursos, con un consumo responsable y una  separación de residuos, con el fin de incluirlos en los circuitos económicos y productivos”, destacó Pampillón.

“En el caso de la provincia de Mendoza, afortunadamente tenemos dos emprendimientos que se dedican a los RAEE. Uno es una empresa familiar llamada Reciclarg, que ha obtenido numerosos premios y galardones por su labor social y productiva; y por el otro lado, la Fundación CO.LO.BA, que pertenece a la economía social y trabaja con jóvenes y recuperadores urbanos en la reparación de equipos, el desmontaje de las partes y la posterior comercialización”, expresó.

 

 

En el caso de los RAEE, se pueden dividir en cuatro categorías:

  • Reducir: se basa en disminuir el consumo de aquellos aparatos eléctricos y electrónicos superfluos. Todos ellos consumen gran cantidad de recursos minerales, algunos considerados estratégicos, los cuales ocasionan no solo la devastación y la pérdida de biodiversidad, sino también guerras, guerrillas y un problema socioambiental muy importante.
  • Reutilizar: se trata de donar todos aquellos dispositivos que no utilicemos (celulares, computadoras, heladeras, hornos eléctricos, lavarropas, etc.) con el fin de ayudar a estudiantes, comedores sociales, etc. Estos aparatos pueden ser reutilizados por aquellos/as que más los necesitan.
  • Reparar: es recomendable, en la medida que se pueda, reparar todos aquellos dispositivos que tengan esa posibilidad. El fin es tratar de evitar comprar nuevamente uno para, de esta manera, reducir la cantidad de compras.
  • Separar para reciclar: lo indispensable aquí es tomar conciencia de los residuos-e que tiramos a lo largo de nuestra vida. Debemos separar aquellos que tengan un tratamiento especial y depositarlos en los lugares donde se almacenan correctamente para que luego se produzca el desarme, el desmantelamiento y la clasificación de componentes a reutilizar.

Estos tipos de residuos-e comprenden lavarropas, heladeras, microondas, televisores, pequeños aparatos digitales (termómetros, relojes), cafeteras, computadoras, impresoras, lámparas, tubos fluorescentes, baterías, aparatos deportivos, auriculares, y un gran etc. Todos ellos requieren condiciones de cuidado y tratamiento especial para no mezclarlos con los residuos urbanos porque generarían un foco de contaminación para el medio ambiente y la salud de las personas.

“Un mensaje importante que se le puede dar a la ciudadanía es que los residuos-e no deben tratarse como residuos comunes o urbanos sino que deben ser tratados bajo condiciones especiales”, remarcó la coordinadora del “Programa Residuos de la UNCUYO”.

Argentina necesita una ley de residuos electrónicos

Nuestro país ocupa el tercer puesto en la generación de desechos electrónicos con casi 500 kilotoneladas, según el reporte “Tecnología para la acción climática en América Latina” de la Asociación GSMA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicado en junio de 2018. El ranking lo encabeza Brasil, con más de 1500 kilotoneladas, y lo sigue México, que supera los 1000 kt.

“Lamentablemente en Argentina no existe una ley de presupuestos mínimos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Hemos tenido diversas iniciativas que se han quedado en el camino y esto se debe a que las grandes empresas se han opuesto rotundamente”, señaló la magíster. Pampillón se refirió a las idas y vueltas que tienen los distintos gobiernos provinciales y municipales: “Hay algunas provincias que han avanzado en una legislación de residuos-e, aunque lamentablemente nuestra provincia no es una de ellas. Está claro que debemos apuntar a la economía circular y a la responsabilidad del productor para que se le asegure a la sociedad que ese producto no contenga partes que puedan ser potencialmente peligrosas para la salud de las personas y para el medioambiente”.

Programa de residuos-e de la UNCUYO

El objetivo de este proyecto es detallar el procedimiento óptimo para la gestión interna de materiales residuales del tipo RAEE generados en el entorno domiciliario en Mendoza. “El programa de residuos empezó con “UNCUYO Separa sus Residuos”, que recientemente cumplió cinco años y lo festejamos con 90 toneladas de materiales recuperados en todos estos años”, afirmó Pampillón.

“Estamos muy felices con el recibimiento por parte de la Universidad y la sociedad, ya que, en todos estos años del proyecto, hemos recuperado una infinidad de materiales que no fueron a parar a El Borbollón, que no generaron gases de efecto invernadero y que dieron trabajo a mucha gente, especialmente a trabajadores/as de la Cooperativa Coreme. A través de ellos, se pusieron todos estos materiales de nuevo en el mercado y se evitó el uso de nuevos recursos naturales”, continuó.

Finalmente, la Universidad entregará los elementos reparados y en funcionamiento restantes (los que ya no son utilizados por su desempeño) a gestores autorizados, como la empresa Reciclarg, y sobre todo para la campaña “Tu ayuda nos conecta” de la DGE, que recibe aparatos en donación para ser entregados a alumnos/as para sus estudios. “Este proyecto comenzó en año 2019, aunque la pandemia nos dificultó un poco las cosas. Nuestra idea es trabajar desde las compras que se hacen en la UNCUYO, no solo debemos buscar el precio acorde a los momentos económicos que estamos atravesando, sino también enfocarnos en hacer un diagnóstico de nuestros equipos informáticos para, de esta manera, reparar algunos y solo comprar los que sean absolutamente necesarios”, finalizó Pampillón.

¿Qué hacer con los aparatos eléctricos y electrónicos en desuso?

Se debe evitar descartarlos con la basura domiciliaria o desecharlos en la calle. Lo recomendable es consultar en cada municipio el lugar correcto para llevarlos. En diferentes ciudades del país, existen centros de recolección de RAEE y empresas que se dedican al reciclado y a la reutilización.

En la Ciudad de Mendoza hay varios puntos habilitados por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial. Contacto: 449-5234. Puntos habilitados:

  • Municipalidad de Mendoza: 9 de Julio 500;
  • Nave Universitaria: J.A. Maza 250;
  • Universidad Tecnológica Nacional: Rodríguez 273;
  • VEA Cencosud: Paso de los Andes 82;
  • UNCUYO: en las recepciones de algunas dependencias: Facultad de Ingeniería-DETI I, Facultad de Ciencias Exactas, Facultad de Educación, Facultad de Artes Visuales, Facultad de Cs. Políticas, Facultad de Cs. Económicas, entre otras.

Godoy Cruz: Contacto: 422-5807

  • Polo Ambiental: Güemes 520;
  • Carrefour Max: San Martín 520;
  • Videosistema: Beltrán 169;
  • Ecogas: Las Tipas 2121;
  • Electro Godoy Cruz: San Martín 20, f. Super Vea, Paso de los Andes 850.

Guaymallén: Contacto: 449-8235 (número de Centro Verde)

  • Estacionamiento de Mendoza Plaza Shopping;
  • Alto Dorrego Mall;
  • Centro Verde Municipal: 9 de Julio al 2000.

Luján de Cuyo: Contacto: gestionambiental.lujan@gmail.com

  • Casa de Luján Joven: Chile y Sáenz Peña;
  • Polideportivo Municipal Hipólito Yrigoyen: Vallcanera y Guevara.

Para otros departamentos consulte: https://www.mendoza.edu.ar/tuayudanosconecta/

Fuente: Instituto de Ciencias Ambientales de la UNCUYO

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