La Memoria fue una fiesta en la UNCUYO

Alrededor de cuatro mil personas participaron este miércoles del festival artístico "Universidad y Memoria" con el que la UNCUYO coronó la agenda de actividades destinadas a promover los valores democráticos, a 38 años de concertado el último golpe de Estado que azotó al país. Dancing Mood fue la banda encargada de cerrar el evento que, a lo largo de la tarde/noche y con el paso de cada una de las propuestas, se convirtió en una verdadera fiesta.

La Memoria fue una fiesta en la UNCUYO

Fotos: Axel Lloret

Sociedad

Unidiversidad

Penélope Moro - Axel Lloret

Publicado el 27 DE MARZO DE 2014


La Secretaría de Extensión Universitaria organizó este evento que Radio Universidad 96.5 FM cubrió con una transmisión en vivo, que incluyó un micrófono abierto que ofrecieron a artistas, estudiantes y referentes de derechos humanos participantes de la jornada.

Mientras los jardines del Predio Universitario se copaban de jóvenes y familias con ganas de apreciar el encuentro que hacia el final de la noche sumaría aproximadamente cuatro mil asistentes el secretario de Extensión Universitaria Fabio Erregerena, consideraba que uno de los significados que porta este tipo de evento cultural es el de “revalorizar la apropiación de los espacios públicos”. Además de celebrar la masiva concurrencia desde tempranas horas de la tarde, explicó la importancia de que la comunidad en general “disfrute de los parques de la Universidad porque son de todos; no siempre se ha transitado de esta forma”, como referencia al proceso de apertura, inclusión y democratización que ha encarado la Universidad en los últimos años.

A las presentaciones de Dancing Mood, Murga El Remolino, Mujer Trova y el elenco "De Sol a Sol" se sumaron diversas propuestas que exceden lo artístico, como  una feria de artesanos autogestivos y stands informativos, donde las diversas organizaciones sociales y comunitarias que trabajan de manera mancomunada con la Universidad exhibieron sus proyectos. Entre ellas: Ocovi, Chacras para Todos, Xumek, Biblioteca Popular Pablito González, Unión de Trabajadores sin Tierra, Asociación Vida Infantil, Luciérnagas, Biblioteca Juan Bautista Alberdi, entre otras.




La memoria por los hechos más oscuros del pasado reciente, en especial la de los 20 estudiantes desaparecidos, y los 240 trabajadores y 290 alumnos cesanteados que provocó la dictadura en la UNCUYO, fue evocada por parte de cada una de las agrupaciones artisticas que se sucedieron en el escenario.

El primero en escena fue el elenco "De Sol a Sol", dirigido por el actor Ernesto Suárez e integrado por estudiantes de la Facultad de Artes y Diseño, que intervino los jardines universitarios con su obra Volvió la limpieza. Se trata de una adaptación del dramaturgo tucumano Carlos Alsina, que interpreta la represión comandada en Tucumán durante 1977 por el gobernador de facto Antonio Domingo Bussi.

Con un homenaje a la mujer originaria siguió con el espectáculo el colectivo Mujer Trova, conformado por músicas de distintas provincias y de Chile. A continuación, llegó la local murga de estilo uruguayo El Remolino, con su sagaz crítica social trasmitida en sus cantos de carnaval.

“Vamos a ver cómo es / el jurado de Miret”, corearon los 20 músicos y actores que la forman, en su versión propia de “El mundo del revés” de María Elena Walsh. El ex juez Otilio Romano al igual que Luis Francisco Miret, enjuiciado en la actualidad por su participación en crímenes de lesa humanidad– también fue blanco de los murgueros, que le dedicaron  su adaptación de “El twist del mono liso” donde piden “que no pase con Romano / lo que pasó con Martínez de Hoz”.

Pasadas las 22.00 y bajo una tupida llovizna, las tablas fueron para la orquesta que fusiona jazz, reggae y ska, Dancing Mood. La masiva concurrencia no dejó que el agua limitara el festejo potenciado por los 25 músicos apostados en escena. Baile, saltos y pogo se extendieron mientras la lluvia lo permitió, hasta cerca de las 23.00.

Minutos antes de su presentación, en conferencia de prensa, Hugo Lobo, el líder de la banda, celebró la invitación a de la UNCUYO a participar en un evento destinado a reparar la Memoria. “Lo que se busca en este tipo de conciertos, con mucha razón, es que se expresen consignas desde las letras; nosotros somos una banda instrumental, no es habitual que nos llamen. Hoy ha sido así y lo sentimos como un honor. Más allá de las letras, las convicciones se ven en las actitudes de los artistas abajo del escenario”, señaló con referencia al espíritu cooperativo que guía al grupo.

También habló de la coherencia con los valores democráticos por parte de los artistas, pues en la actualidad encaran el proyecto comunitario “Vamos los Pibes”, que consiste en la creación de una orquesta infanto-juvenil para contener a chicos marginalizados o con problemas psicosociales. “Devolverle a la música lo que nos ha dado también es hacer democracia”, expresó.

Como síntesis, el vicerrector José Luis Rodríguez se mostró satisfecho por la participación de la ciudadanía en el festival, al que interpretó como un fiel reflejo del compromiso que asume la Universidad de articular junto a la sociedad los reclamos de Verdad, Memoria y Justicia.

Festival Universidad y Memoria

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