Las mujeres se expresan en las urnas: ¿por qué un Estado ausente significa más desigualdad?

La politóloga Analía Orr explicó que, en la búsqueda de igualdad, es clave la presencia del Estado, por contraposición al mercado que es —por definición— un creador de desigualdades. Las realidades cotidianas de las mujeres y el voto de varones jóvenes que La Libertad Avanza supo capitalizar.

Las mujeres se expresan en las urnas: ¿por qué un Estado ausente significa más desigualdad?

La motosierra de Milei como símbolo de los recortes. Foto: Marcos Gómez / AFP

Sociedad

Javier Milei

Unidiversidad

Julia López

Publicado el 06 DE NOVIEMBRE DE 2023

Para las elecciones presidenciales de 2023, las declaraciones en materia de derechos humanos y políticas públicas han sido múltiples y antagónicas. En distintas ocasiones, Milei se negó a reconocer la desigualdad de género y propuso eliminar la Educación Sexual Integral, someter a plebiscito la posibilidad de derogar la ley de aborto, limitar la educación pública, habilitar el mercado de órganos y un gran etcétera. Todo lo que parecía estar bajo el manto de los consensos democráticos se puso en cuestión. Bajo la idea de que el Estado es ineficiente, volvieron símbolo la figura de la motosierra como sinónimo del recorte.

Sucede que, en los últimos años, las conquistas impulsadas por los movimientos de mujeres y diversidades enfrentan reacciones concretas y crecientes de ciertos sectores. Se trata de grupos que rechazan tanto estas ideas como el papel del Estado para garantizarlas. En este contexto, mucho se habla del apoyo marcadamente masculino al candidato de La Libertad Avanza y, como contraparte, la resistencia marcadamente femenina para hacerle frente.  

¿Cómo entran en juego las diferencias entre los géneros a la hora de elegir una boleta en el cuarto oscuro en una campaña electoral que parece pendular entre la reducción y la presencia del Estado? La politóloga Analía Orr aseguró que el rol del Estado es central para garantizar las políticas públicas que mitiguen las desigualdades —de género, en este caso— mediante presupuesto, agencias, oficinas, personal y todo tipo de recursos.  

La profesora de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco explicó que todas las reivindicaciones serían simplemente un manifiesto si no tuvieran mecanismos concretos para su ejercicio y cumplimiento. Por eso se vuelve fundamental desarrollar herramientas y destinar recursos para mitigar las desigualdades, acrecentadas con cada crisis económica, sanitaria, bélica o de cualquier índole.  

Analía Orr, politóloga y docente de la UNPSJB. Foto: www.nosinmujeres.com

Más que el voto de las mujeres, explicó, influye su militancia y micromilitancia de explicarle a cada persona con la que comparte cotidianamente las consecuencias negativas de consagrar como presidente a un líder que ha demostrado desconocimiento y desprecio por las necesidades y derechos de mujeres y diversidades. De esta idea parte la campaña #DependeDeNosotras que, en redes sociales, busca visibilizar las preocupaciones de las mujeres. La periodista Paula Rodríguez explicó a Télam que consiste en contar, desde un lugar humano, sus experiencias de vida, problemáticas y temores, también como personas que suelen estar a cargo de las tareas de cuidado, la educación y la salud de las familias.  

"Pienso en mujeres que sostienen económica, operativa y emocionalmente sus hogares, que tienen que trabajar cada vez más horas para mitigar los efectos de la inflación, que conviven con hijxs que son bombardeados a diario por discursos de odio, que padecen el ejercicio de paternidades irresponsables por parte de los padres de sus hijxs”, precisó la integrante de la Red de politólogas No sin mujeres.   

Brecha salarial, desocupación, pobreza, hogares monomarentales que —3 de cada 5— no reciben la cuota alimentaria de padres. Frente a todas estas desigualdades y violencias económicas se intensifica la importancia de un Estado presente, en busca de una igualdad que no podría ser resuelta por el mercado, asegura Orr. El mercado es, por definición, un creador de desigualdades: oferta y demanda, propietarios y no propietarios, empleadores y empleados.  

Campaña Depende de nosotras. Captura Instagram.

La resistencia a los avances en materia de derechos “en el fondo, es un discurso reaccionario que promueve el restablecimiento de un orden (patriarcal) que consideran amenazado”, manifestó Analía Orr. Porque nadie ha perdido derechos en este camino, sino todo lo contrario.

Sobre esto se expresó también la escritora Claudia Piñeiro en Radio con vos, con Reynaldo Sietecase: si hay una reacción al feminismo no es por un hecho abusivo. Todas las violencias siguen existiendo y hay un femicidio por día, entonces no se puede hablar de exceso de feminismo. “Lo que hay probablemente es un montón de señores que estaban acostumbrados a que no se les tocara nada y el día que se les tocó dijeron ‘chicas, ya paren, ya les dimos un poquito’”, remarcó la dramaturga.

Son dos discursos opuestos. Entre la reivindicación de derechos y la resistencia a su avance no puede haber más que confrontación, afirmó la politóloga Analía Orr. Sin embargo, no se trata de eliminar al otro: “Lo importante es que esa disputa pueda resolverse en el marco de reglas democráticas basadas en el respeto y el reconocimiento del otrx”. La situación no es fácil, pero la salida no puede encontrarse en la negación de la democracia, sino en redoblar la apuesta y fortalecer sus valores, sostuvo. 

Los varones jóvenes como contraparte

Mientras la campaña electoral sigue a toda máquina, hay quienes sostienen que parece haber quedado atrás el voto guiado por pertenencia socioeconómica o tendencia política (peronismo/antiperonismo). La afirmación se puede relativizar, pero es atendible —como sostienen Montero, Schuliaquer y Vincent en Anfibia— que en la Argentina actual se está produciendo un doble quiebre: uno generacional y otro de género, y el voto a Milei es transversal a distintas clases sociales y partidos políticos.  Las mayores diferencias se encuentran entre personas jóvenes y personas adultas, por un lado, y varones y mujeres, por otro. 

El director de la consultora Synopsis, Lucas Romero, describió para La Nación el perfil de votantes de Javier Milei como jóvenes, mayoritariamente masculinos, tendientes a ser de clase media. Por su parte, Juan Mayol, de Opinaia sostuvo al mismo medio que el candidato lidera en un 40% la intención de voto en jóvenes menores de 25 años por su atracción hacia el discurso antisistema que Milei ha sabido capitalizar al criticar el rol del Estado y el status quo político.

La caravana encabezada por Milei con símbolos contra el aborto legal. Foto: Victoria Gesualdi / Télam

Gonzalo Arcos es psicólogo y trabaja el abordaje de masculinidades. Es educador popular y docente en el ámbito de la Fundación Ecuménica de Cuyo. Aseguró que el fenómeno de jóvenes-adultos varones que votan a Milei es multicausal. Por su parte, dio cuenta de cómo el discurso de La Libertad Avanza alojó a cierta parte de los discursos antifeministas que habían calado en los varones, particularmente como reacción a lucha —y conquista— de legalización del aborto.

En ese contexto, reflexionó Arcos, también sucede que La Libertad Avanza es el único movimiento que supo alojar a varones jóvenes, sobre todo. Allí encontraron un espacio aquellos que no tenían experiencias previas de participación hacia adentro de un movimiento político que ponga en discusión el entramado social y la realidad cotidiana. Y aquí, frente a individuos que no tienen comodidad desde lo material ni desde lo vincular, cobra fuerza la atracción por las formas de Milei, que expresan la tensión de la inconformidad. 

 

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