Sexo y goce de las personas con discapacidad: “También sentimos”

Reflexionamos sobre el deseo y el derecho al placer de quienes poseen discapacidades motrices, sensoriales e intelectuales.

Sexo y goce de las personas con discapacidad: "También sentimos"

Foto: Clarín

Sociedad

Unidiversidad

Unidiversidad / Ángeles Balderrama

Publicado el 03 DE DICIEMBRE DE 2019

En nuestra sociedad, poco se habla de la discapacidad y las prácticas sexuales. Al parecer, este ámbito parecería estar vetado para aquellas personas que por distintos motivos poseen discapacidades motrices, sensoriales e intelectuales. Existe una gran diversidad en este campo, pero genera muchos tabúes. 

“El deseo está mientras estamos vivos. Hay antecedentes que indican que antes de nacer hay deseo y que los humanos lo conservan hasta su último día de vida. Se desparrama, se derrama, lo derrochamos”, expresó Esther Díaz, filósofa especialista en deseo y discapacidad,  al indicar que el goce es nuestro impulso vital, en el cierre de las Jornadas de Investigación y Posgrado realizadas en la Facultad de Educación.

Sin embargo, cuando se habla de discapacidad, el derecho al goce y al disfrute sexual pareciera no existir. Además, aparecen etiquetas difíciles de eliminar, como “las personas con discapacidad son asexuadas o solo mantienen relaciones sentimentales con otras personas con discapacidad”.

Desde Unidiversidad hablamos con Lourdes Caballero, una joven que tiene disparesia espástica, una hemiplejia que afecta a una de las dos mitades laterales (derecha o izquierda) del cuerpo

“En mi caso, hay bastante sobreprotección por parte de mi familia, pero yo intento salir de eso. No se habla mucho del goce para las personas con discapacidad, pero tampoco existe mucha información. Alrededor de eso hay muchos mitos y tabúes, y siempre nos ponen etiquetas, pero nosotros también sentimos”, detalló Lourdes (25).

“Todo el mundo tiene derecho a su intimidad, pero por protegerlos tanto, los excluyen”, comentó la filósofa Esther Díaz.

En líneas generales, la sobreprotección familiar y la manera de tratarlos como eternos niños o niñas impide el desarrollo de sus emociones y sexualidad. A su vez, las personas con discapacidad tampoco pueden ser tratadas como un conjunto genérico, porque existen tantas maneras de vivir la sexualidad como personas en el mundo.

Café Positivo, un bar único atendido por personas con discapacidad

"Café Positivo" será el bar atendido íntegramente por jóvenes con discapacidad intelectual, en edad laboral. Los futuros empleados, que poseen retraso mental leve y retraso madurativo, forman parte de la Fundación Pertenecer, institución que se encarga de promover el aprendizaje de actividades de la vida cotidiana para las personas con discapacidad.

“Yo no siento que mi discapacidad me dificulte disfrutar de la sexualidad porque tengo la capacidad de sentir a nivel físico y sexual, pero en otras personas, por ejemplo, aquellas que son parapléjicas, que no sienten desde la cintura para abajo, tienen otras formas de sentir goce”, destacó Lourdes Caballero.

 

El placer a través de la genitalidad y otros mitos

La creencia de que la única forma correcta y placentera de obtener placer sexual es mediante el coito constituye uno de los mitos que intenta derribar el libro Dibujando la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo: una cuestión de derechos. Sin embargo, aunque el acto sexual y la masturbación son prácticas habituales, existen otras manifestaciones de la sexualidad, como fantasías, enamoramiento, deseo de atraer y ser atraído o atraída. Todas se enmarcan dentro del desarrollo emocional, ya que generan satisfacción y bienestar.

Además, dentro del imaginario social existe la idea de que las personas solamente son heterosexuales y que las mujeres tienen menor deseo sexual que los hombres. En este sentido, los estereotipos de género también están presentes cuando se habla de discapacidad.

Discapacidad: al menos 400 casos de derechos vulnerados por año

De acuerdo a los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (2017) realizada por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), el 5% de la población mendocina convive con alguna discapacidad. Dentro del total, 40% de los casos tiene que ver con una limitación motriz, 26,1% con una condición mental, 11,7% visual y 6,2% múltiple.

“Todos tenemos derecho a sentir y a sentirnos atraídos hacia otras personas, independientemente del tipo de discapacidad. Las personas con discapacidad constantemente tenemos que romper muchos mitos que están en la sociedad, porque el que yo esté en silla de ruedas no significa que no tenga el derecho a disfrutar. Hay muchos tipos de discapacidades que están estigmatizadas”, sostuvo Lourdes.

 

La discapacidad en Mendoza

Aunque hay avances en materia jurídica a partir de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006) y las diferentes leyes que existen sobre discapacidad y accesibilidad en nuestro país, las ciudades todavía no están preparadas para sus necesidades cotidianas.

“A Mendoza le falta bastante, especialmente, educación y empatía. Recién ahora está avanzando un poquito más. Si con los micros y el ingreso a edificios ya tenemos dificultad, imaginate en otras áreas como la sexualidad. Sería muy bueno que se hicieran más capacitaciones”, concluyó Lourdes, que es diseñadora multimedial.

Qué les falta a las ciudades de Mendoza para ser más inclusivas

Sociedad Unidiversidad por Unidiversidad / Ernesto Gutiérrez / Publicado el 02 DE JULIO 2019 El acceso de las personas con discapacidad a las ciudades es un tema que está cada vez más presente en las agendas de los gobiernos locales y es un concepto que está estrechamente ligado al de la movilidad.

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