Toallas menstruales de tela: una forma de cuidar la salud, el medioambiente y el bolsillo

Los elementos de gestión menstrual tradicionales, como los tampones o las toallitas descartables, lejos están de ser amigables con el ecosistema y con el ser humano. Hablamos con tres mujeres mendocinas que acompañan el proceso de muchas personas con sus emprendimientos.

Toallas menstruales de tela: una forma de cuidar la salud, el medioambiente y el bolsillo

Foto: Facebook lunaticas.mza

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Unidiversidad

Elizabeth Montecinos Pincheira

Publicado el 29 DE MARZO DE 2021

La menstruación es un hecho que atraviesa a la mitad de la población mundial, sin embargo, pareciera que sigue siendo un tema tabú, algo de lo que se habla poco o nada. Los elementos de gestión menstrual tradicionales, como tampones o toallitas desechables, generan cerca de 65 kilogramos de basura al año por persona, sumado al hecho de que cada tampón o compresa tarda 500 años en degradarse. Comno contrapartida, hace un tiempo que métodos alternativos han tomado protagonismo y han invitado a cada vez más personas a sumarse y elegirlos.

En ese abanico de opciones, hay desde copas menstruales, que tienen una vida útil de 10 años, hasta toallas higiénicas de tela reutilizables, que son algunas de las formas amigables con el ambiente para gestionar el periodo menstrual.

Para conocer más, hablamos con tres emprendedoras que se dedican a romper el paradigma y a amigarnos con la sangre que sale de nuestro cuerpo mes a mes. Ellas confeccionan toallas y protectores de tela.

“Entre mis búsquedas personales hice una reflexión sobre ser mujer, feminista y el empoderamiento. Primero fue una investigación desde la pintura y el arte para conocer cómo reaccionaba entre los ciclos menstruales, y a través de esa investigación fui pensando qué pasa conmigo y con las personas menstruantes durante ese lapso y todo lo que el sistema nos impone: ver la menstruación es algo malo y sucio. Decidí probar hacer productos de tela para la higiene menstrual”, explicó Natalia Granados, docente y artista plástica, a Unidiversidad, quien comanda el proyecto Florece en Vos.

Muchas veces suele causar rechazo pensar en usar toallas menstruales de tela, lavables y reutilizables, pero sin dudas es una excelente opción para aquellas personas que se sienten incómodas con la idea de usar copa, tampones o similares, pero quieren aportar su granito de arena al cuidado del medio ambiente.

La colocación de estas toallitas en la ropa interior no es compleja, ya que es muy parecida a la toalla desechable. En vez de pegamento, las 'alas' cuentan con broches, para permitir un ajuste perfecto y, de esa manera, se evitan fugas o manchas. Además, la parte que está en contacto con la piel es acanalada para ayudar a impedir derrames.

Fotografía censurada por Instagram, en 2015 perteneciente a la usuaria @rupikaur_

“Pienso que la menstruación sigue siendo un tema tabú, pero hace años noto una apertura al respecto. La copa menstrual abrió el panorama y la gente abrió su cabeza y evaluó dejar de usar elementos descartables. Falta todavía mucho para que no dé vergüenza hablarlo con amigas o amigos. La menstruación nos atraviesa a todos, y por lo tanto nos debería interesar a todos”, afirmó Natalia Flores, líder del emprendimiento Lunáticas. Natalia afirmó también que se comenzó a interesar por el tema cuando evaluó qué productos iba a ofrecerle a su hija cuando llegue su menarca. 

Por su parte, Camila Martínez tiene 25 años y junto a cuatro compañeras llevan adelante Esencia Viva, un proyecto que realiza toallitas y protectores mamarios de tela. Si bien ella vive en San Rafael, su clientela se distribuye por toda Mendoza.

“No sé si la menstruación sigue siendo un tema tan tabú. Tenemos una apertura social que ya ha interactuado bastante con este cambio de poder integrar al ciclo menstrual como parte. Se habla, se conversa, no se deja de hablar en lo cotidiano. A la vez siento que es muy subjetivo dentro del espacio en que estamos, porque como seres humanos vamos creando redes y compartir en cada red va haciendo que dejemos semillitas a cambio de integrar otra mirada. Para mí, la menstruación es esa conexión con lo cíclico, lo circular, con nuestro cuerpo. Poder reconocer el ritmo natural adentro mío”, enfatizó Camila.

Rescatar lo desechable

Las toallitas menstruales están compuestas de tres capas: la central, que es un material absorbente; la exterior, que previene que los residuos corporales entren en contacto con la ropa: y la interior, que separa la capa central de la piel. Como se desechan sucias, no son reciclables y tardan alrededor de 500 años en degradarse. Sin embargo, una empresa australiana llamada Knowaste sanea y recicla los principales componentes de las toallas femeninas: celulosa y plástico. También tratan pañales y productos de incontinencia para adultos.

Planta recicladora de pañales y elementos de gestión menstrual. Foto: resource.co

De esta manera, separan mecánicamente los componentes individuales. Por una parte se aíslan los residuos orgánicos y por otra, se separan las materias primas como plásticos y polímeros súper absorbentes los cuales se utilizan para crear nuevas materias primas recicladas de uso industrial. El plástico reciclado puede emplearse en la producción de madera plástica, placas para tejados y apartaderos de vinilo. La celulosa de fibra larga puede tener distintas aplicaciones como papel para paredes, plantillas para zapatos y filtros de aceite.

Un cuarto de conciencia

Según un estudio realizado recientemente por la Defensoría del Pueblo bonaerense, el 25 % de personas menstruantes utiliza productos reutilizables, mientras que más del 40 % no conoce el impacto al medio ambiente que ocasionan los productos que utilizan.

El estudio, realizado sobre unas dos mil personas, se basó en un cuestionario que buscó determinar el grado de conocimiento sobre productos descartables y reutilizables; el uso de los mismos; el conocimiento sobre la materia prima y el impacto al medioambiente de éstos, entre otros.

La encuesta reveló que solo un cuarto de las personas encuestadas reconocieron usar métodos reutilizables y que el 75 % restante se inclina por los descartables, por lo que manifestaron desechar entre 4 o 5 productos al día, lo que equivale a unos 22 productos en los cinco días que dura aproximadamente el sangrado, y unos 286 productos por año (en un total de 13 ciclos).

Sin embargo, se ve un descenso en el uso de los productos descartables entre quienes tienen de 18 a 30 años, en donde el 30% se encuentra actualmente optando por alternativas sustentables.

Cada vez más personas se suman a la higiene sustentable. Mujer costurera cosiendo sus toallas reutilizables en Nepal. Foto: Wateraid

De esta manera, el informe mostró que las toallitas y los tampones son los productos más conocidos, en un 98 y 93,2 % de los casos, respectivamente. Más atrás aparecen las copas menstruales, con 83,1 %. Sin embargo, todavía existe un nivel considerable de desconocimiento sobre otras alternativas sustentables, como los paños absorbentes lavables (40,4 %), la ropa interior absorbente (23,1 %) y las esponjas marinas (4,3 %).

Además, este aspecto está marcado por la edad: mientras el 46,7 % de las personas menstruantes desde los 18 años conocen los productos reutilizables, este número cae al 18,9 % a partir de los 50 años.

"Los productos descartables demoran unos 500 años en degradarse, son utilizados alrededor de 35 años de la vida de una persona menstruante y forman parte de los residuos no reciclables ni biodegradables altamente contaminantes para nuestro medioambiente, por lo que es necesario entender el impacto que tienen y evaluar alternativas amigables con el entorno", reconoció el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino.

El trabajo también mostró que el 91% de las personas encuestadas indicó estar de acuerdo con que se promueva el uso de productos reutilizables y el 85% sostuvo que se los debería incluir en la distribución gratuita de productos de gestión menstrual por parte del Estado.

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