Aborto, marihuana y ley de medios, la puja en el debate de candidatos de la Uncuyo

El debate fue organizado por la secretaría de Extensión Universitaria en el marco del ciclo “La Uncuyo en el debate social”. El vicerrector, José Rodríguez, quien dio la bienvenida a los candidatos, afirmó que se busca que “se tenga una amplitud de miradas como debe tener una universidad pública”.

Aborto, marihuana y ley de medios, la puja en el debate de candidatos de la Uncuyo

Foto: Axel Lloret

Sociedad

Unidiversidad

Laura Fiochetta

Publicado el 12 DE SEPTIEMBRE DE 2013

"¿Usted está de acuerdo con que una mujer que se hace un aborto vaya presa? ¿Y con que la policía detenga a alguien que encuentra fumando un porro? Y, por otro lado, ¿qué piensa de la ley de Comunicación Audiovisual?". Estas son algunas de las vallas que tuvieron que saltar quienes encabezan las listas de candidatos a diputados nacionales en la carrera electoral hacia octubre. Contundentes, persuasivas, tímidas y hasta incómodas fueron las respuestas que dieron los postulantes en el debate organizado el martes por la Universidad Nacional de Cuyo.

Son temas que provocan pasiones, controversias y que fundamentalmente marcan posturas políticas claras. La despenalización del aborto y de la marihuana, asuntos que han causado una álgida discusión en varios países (y han generado proyectos de ley como en Uruguay, que avanza con la legalización de la marihuana y un plan de producción) se colaron en la agenda local.

Asistieron al debate cuatro de los seis candidatos al Congreso nacional: el radical Julio Cobos; el dirigente del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño; el candidato del Frente Amplio Progresista, Alberto Montbrun, y el demócrata Eduardo Difonso –quien fue como reemplazante de su adversario en las primarias de su partido, Luis Rosales, que no pudo participar–. Faltaron, con aviso pero sin enviar un relevo, los peronistas Alejandro Abraham (Frente para la Victoria) y Daniel Cassia (Compromiso Federal), quienes intentaron en las últimas horas un acuerdo político que finalmente no se logró.

Con rodeos, Cobos –quien fue el ganador de las primarias del mes pasado contestó sobre la despenalización del aborto, que fue una de las preguntas que hizo el público que asistió al salón de grados del Rectorado que se encuentra en la Facultad de Ciencias Económicas. “Está planteado en el sentido de los abortos que se producen en las clínicas privadas”, dijo primero como anticipando una opinión. Pero, inmediatamente coló una propuesta que dio a entender su postura en contra de sacar la pena que pesa sobre quienes se hacen abortos. “Hay que insistir con la salud reproductiva. Hay aspectos que ya están contemplados en la ley como los abusos”, lanzó. Y después, se animó con una frase con la que no dejó dudas sobre su posicionamiento. “No estoy a favor de interrumpir la vida de un feto”, terminó.

Al tomar postura de esa manera quedó mal parado frente a los dos candidatos que hablaron a continuación. Rápido y con énfasis, Montbrun apeló a los números: “En Argentina tenemos un millón de abortos por año. Y los líderes dicen que les preocupa el derecho a la vida”, aseveró, irónico, en clara alusión al ex vicepresidente de la Nación. “Las mujeres pobres son las que no acceden a los abortos, no hay que ser tan cínico”, volvió a posicionarse y a referirse a quienes, como Cobos, no quieren discutir sobre la despenalización de los abortos. “En Mendoza no se pudo, gracias a los votos de radicales y peronistas, aprobar el aborto no punible”, sumó, al recordar que la Legislatura local, en diciembre del año pasado, decidió no adherir al protocolo para la atención de abortos no punibles, que son aquellos que contempla el artículo 86 del Código Penal (avala la realización de abortos en hospitales públicos en casos de violación o riesgo para la salud de la gestante).

En la misma línea, Del Caño, quien fue la sorpresa en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) porque quedó tercero en cantidad de votos, como no le había ocurrido antes a la izquierda provincial, se posicionó frente al tema: “Nosotros apoyamos el derecho al aborto legal y gratuito”, dijo sin medias tintas. Después explicó: “Claro que queremos una política de educación sexual y gratuita que evite que se llegue a un aborto, ninguna mujer quiere practicarse un aborto”. En ese sentido, sumó: “Son 300 las mujeres que mueren en Argentina por abortos clandestinos. Evidentemente, quienes niegan el derecho al aborto están a favor del aborto clandestino”. Con esa frase pegó también un golpe a quienes no quieren debatir en el Congreso la despenalización del aborto.

La contracara de la argumentación de los candidatos Montbrun y Del Caño fue la de Difonso, quien habló en nombre de la alianza PD-PRO, pero advirtió que podía haber diferencias con su posición dentro de su fuerza. “Este tema roza lo dogmático”, opinó, e inmediatamente espetó: “Soy católico apostólico romano, soy creyente. Tengo un problema de salud serio y vivo gracias a Dios. Por eso, estoy a favor de la vida desde la concepción”, sin dar más detalles.


Despenalizar el consumo de marihuana

Holanda figura a la cabeza de los países que han despenalizado el consumo de cannabis con una activa participación del Estado, pero también hay otros lugares que no castigan la tenencia de ciertas cantidades de marihuana por considerarla para uso personal, como España, o que solo contemplan penas administrativas, como el Reino Unido.

Por cercanía y similitudes culturales, Uruguay es el caso más cercano a la Argentina en el que se ha avanzado con decisión sobre el tema. Hoy el consumo no está penado para quienes viven en territorio charrúa pero, además, el gobierno de José "Pepe" Mujica pretende que sea legal la venta a través del control estatal, por lo que elaboró un proyecto de ley que ya fue aprobado por Diputados.

En nuestro país, la ley 23737, conocida como “Ley de Estupefacientes”, castiga con cuatro a quince años de prisión el cultivo de semillas para producir drogas. Sin embargo, existe un fallo de la Corte Nacional de agosto de 2009 que estableció la legalidad del consumo personal de marihuana, basado en el artículo 19 de la Constitución Nacional que protege “las acciones privadas” que “no afecten el orden”. Pero, para que no haya duda sobre la despenalización del consumo, es necesario que el Congreso discuta sobre el asunto, algo que el kirchnerismo intentó hacer el año pasado pero no tuvo eco.

En el debate en Uncuyo, la pregunta por la despenalización tuvo diversas respuestas. Cobos apeló a su conocido estilo deportivo para oponerse a despenalizar la marihuana. “Siempre he usado el deporte como estilo de vida. La vida sana es lo que hay que incentivar”, definió. “No estoy convencido de que se despenalice la marihuana porque creo que puede ser el puntapié inicial para otras adicciones”, anticipó.

Como con el aborto, Montbrun y Del Caño coincidieron en posicionamientos. El dirigente del FAP aseguró que “la adictividad es un producto del sistema capitalista” y que “es un error considerar que el consumo de marihuana está vinculado con el delito”. Cargó contra el Estado “que gasta mucho dinero para perseguir a un pibe que se fuma un porrito” y puso como ejemplo a seguir a los países en los que la marihuana es legal. “En muchos países se despenaliza porque se dan cuenta de que no tiene nada ver el delito con que un pibe se fume un porrito”, sostuvo el representante de Hermes Binner en la provincia.

“Coincido con lo que plantea Alberto”, confió Del Caño. “Perseguir a la juventud por consumir marihuana es una hipocresía. Hay que combatir a los narcos que están ligados a la policía”, reflexionó. Similar a su postura frente al aborto, Difonso expresó su posición sobre el consumo de marihuana. “Uno empieza con un porrito y no sabe en qué puede terminar. Yo lo digo pensando en mis hijos”, dijo en tono conservador.


Una ley de la democracia

Lejos de los tonos grises, el debate de la Uncuyo obligó a los candidatos participantes a tomar partido en temas en los que no pueden dar respuestas tibias. La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue otro de los ítems que debieron responder los cuatro dirigentes políticos y sobre el cual volvieron a contraponer opiniones.

Según Cobos, se trató de “una ley necesaria que regula el acceso a la información y el derecho a la prensa”, pero se quejó porque “no hay que usar un discurso que va en contra de un monopolio y generar otro que es el del Estado”.

Tomando distancia del radical, Montbrun defendió la ley y cargó contra el uso de la publicidad oficial, desvinculándola de la norma. “Es un horror de la partidocracia la forma en que se condiciona la publicidad oficial”, expresó. Después, como con un escudo en sus manos, afirmó: “La Ley de Medios ha sido un triunfo de la democracia frente al lobby. Fue patética la exposición de los abogados de Clarín (en referencia a la audiencia pública que convocó la Corte como previa para resolver sobre la constitucionalidad de dos artículos de la ley cuestionados por el multimedios), quienes no supieron explicar por qué la desinversión que se les pide está vulnerando su libertad de expresión”.

Esta vez, Del Caño no coincidió con Montbrun. “En este tema se demostró el doble discurso del kirchnerismo. Cuando tenía buena relación con Clarín no había problemas, se enfrentó y entonces pasó a ser un monopolio”, opinó. El dirigente del FIT se lamentó de que “la ley planteaba que el 33 por ciento de los medios estaría en manos de los trabajadores y agrupaciones, y los compañeros aún esperan que eso se cumpla”, y criticó la norma “porque no habla del Estatuto del Periodista”. El demócrata Difonso, por su parte, pidió que quienes ejercen la comunicación informen de manera “objetiva” y cuestionó al Gobierno por tener periodistas que “adoctrinan”.

En definitiva, el debate de la Uncuyo fue un debate polémico que dejo varias sensaciones, menos el tedio.

 

La universidad que queremos

El debate fue organizado por la secretaría de Extensión Universitaria en el marco del ciclo “La Uncuyo en el debate social”. El vicerrector, José Rodríguez, quien dio la bienvenida a los candidatos, afirmó que se busca que “la universidad tenga una amplitud de miradas como debe tener una universidad pública”.

El primer ítem que estaba previsto para que opinaran los postulantes fue la educación superior. El radical Cobos propuso una “articulación entre la universidad y el nivel medio” y “salida laboral acorde con el modelo de país”. Montbrun (FAP), pidió “el cambio de paradigma científico” que rige la enseñanza y la “convocatoria a todos los actores sociales” para elaborar una nueva Ley de Educación Superior. El dirigente del FIT, Del Caño, reclamó “una universidad al servicio de los trabajadores” y “triplicar el presupuesto en educación”. Por su parte, el demócrata Difonso propuso “una visión integral de la educación desde la primaria”.

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