¿Cómo detectar si un niño o niña es víctima de abuso?

Expertos en salud y educación de Mendoza hablaron con Unidiversidad para ayudar a detectar indicios de abuso sexual infantil y explicaron qué pasos seguir por la vía judicial y psicológica. Por día se presentan entre 10 y 18 denuncias de este flagelo. Qué hay que tener en cuenta en el seno familiar y cuál es el rol de los docentes.

¿Cómo detectar si un niño o niña es víctima de abuso?

Imagen ilustrativa de una menor. Foto de Madryn Noticias.

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Unidiversidad/ Micaela Iannizzotto

Publicado el 29 DE ENERO DE 2018

Cada día llegan a la Justicia local entre 10 y 18 casos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, y la cifra va in crescendo. De esta manera, para 2017 se estima que habrá un 10 % más de casos respecto de 2016, en el que hubo 1009 chicas y chicos vulnerados. Desde el Programa Provincial de Maltrato Infantil (PPMI) dieron a conocer cuáles son las señales que el adulto responsable debe tener en cuenta.

Silvina Mollo, la coordinadora del Programa Provincial de Maltrato Infantil, en diálogo con Unidiversidad, presentó los indicadores que se manifiestan ante un caso de abuso sexual y que es fundamental tener en cuenta para que no se siga cometiendo la vulneración de derechos.

Mollo especificó que se debe observar cualquier cambio de conducta del niño o niña: si es alegre, activo y de pronto se retrae, está triste o llora, ese cambio puede reflejar una situación de abuso o sufrimiento.  El relato es fundamental; si cuenta que está siendo abusado o que un adulto tiene conductas que lo hacen sentir incómodo, hay que escucharlo y actuar en consecuencia. Otro indicador que es altamente específico son las conductas hipersexualizadas: la mayoría de los chicos que presentan estas conductas han sufrido un abuso. Si en una consulta médica se detecta una enfermedad de transmisión sexual en el niño o niña, es una certeza de que ha sido abusado o abusada.

 

¿Cómo actuar ante un caso de abuso?

Si un niño o niña manifiesta haber sido víctima de abuso, en forma inmediata hay que cortar la convivencia o contacto con el adulto en cuestión, para lo cual hay que pedir una medida al Órgano Administrativo Local (OAL) y presentar la denuncia fiscal porque se constituye en un delito.

Hay dos tipos de abuso sexual: extrafamiliar e intrafamiliar. Según las estadísticas el 90 % de los casos se dan al interior de la familia. Para los primeros, es decir, los extrafamiliares, los adultos responsables tienen que dirigirse con el niño o niña a la fiscalía  y radicar la denuncia penal, y la protección de derechos, es decir, el tratamiento psicológico, será responsabilidad del adulto a cargo. En caso de que los abusos que se den al interior de la familia, cuando no hay un adulto protector se da intervención a la OAL para saber si al niño o niña hay que excluirlo de la casa o trasladarlo a otra familia, para protegerlo y cortar esa situación abusiva. Además, se debe presentar la denuncia penal en la fiscalía para determinar los responsables.

 

La función clave del docente

El docente cumple un rol fundamental: es el primer contacto que un niño o niña tiene, la persona más cercana fuera del entorno familiar. Por eso, Patricia Charamonte, directora del Nivel Primario, fue consultada por Unidiversidad y manifestó que existe desde 2014 un protocolo que surge a partir de la necesidad de saber qué procedimiento seguir ante situaciones que incluyen el acoso entre estudiantes, la agresión del padre a un docente, portación de armas o sospecha de abuso sexual.

Para el caso de la constatación de abuso, directamente se radica la denuncia penal. En el caso de sospecha, cambios de comportamientos, que el niño o niña se ponga introspectivo o agresivo, conductas que llaman la atención del docente, se inicia la intervención de la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares (DOAITE).

La resolución  635 establece que la credibilidad absoluta es la del niño, lo que él manifiesta. En ese sentido, la tarea primordial de la escuela y los adultos que acompañan a los chicos y chicas es la de protección y acompañamiento de las víctimas, contenerlas, hacerlas sentir seguras y darles el clima de confiabilidad.

“Que los chicos se animen a contarlo, que hoy se dé educación sexual integral, que no sólo habla de la genitalidad, sino también de los valores, el pudor, que nadie te puede hacer algo que vos no querés, son las cosas que les tenemos que enseñar. Es muy importante que los chicos sepan que nadie puede vulnerar sus derechos”, explicó Patricia Charamonte.

 

Números que preocupan

En la provincia hay 27 equipos que atienden situaciones de maltrato. En 2017, hasta octubre, sólo en el Hospital Dr. Humberto Notti se presentaron 240 situaciones de abusos. En 2016, de un total de 7000 niños maltratados, 1009 habían sido situaciones de abusos. En 2015 hubo 971 niñas y niños abusados. Para 2017 aún no está finalizado el informe, pero se estima un 10 % más respecto del año anterior. A la vez, el 80 % son niñas y el 20 % varones, un porcentaje que se mantiene a nivel internacional.

Para Silvina Mollo, el aumento de los casos de maltrato se da por el crecimiento demográfico y la visibilización sobre la temática, y que la comunidad está más comprometida con la problemática. “Hoy se actúa de forma inmediata: las personas llaman a la línea 102 y cada vez más se hacen responsables de la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes”, concluyó la coordinadora del programa.

 

 

Se denuncian diez casos de abuso infantil por día

En el 90 % de estas situaciones, el violador o abusador pertenece al entorno familiar de la víctima.

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