Hacer dieta vs. vida saludable: descubrir la diferencia es clave para vivir mejor

Especialistas explicaron cuáles son las diferencias entre estos conceptos y la importancia de tomar decisiones informadas sobre los alimentos que consumimos para promover un equilibrio adecuado para el cuerpo y la mente.

Hacer dieta vs. vida saludable: descubrir la diferencia es clave para vivir mejor

Foto: Freepik.es

Sociedad

Salud

Unidiversidad

Santiago Serrano

Publicado el 05 DE JUNIO DE 2023

En la búsqueda por mejorar la salud y el bienestar, es normal escuchar términos como "vida saludable" y "hacer dieta". Estos conceptos están relacionados, pero existen diferencias significativas entre ellos que es importante entender para lograr una mejor calidad de vida a largo plazo.

La vida saludable es un enfoque holístico que abarca todos los aspectos del bienestar de una persona, es decir, que incluye la alimentación, la actividad física, el manejo del estrés, el sueño adecuado y el cuidado emocional. Se trata de adoptar hábitos saludables como una forma de vida, en lugar de seguir reglas estrictas de alimentación de manera temporal. Una vida saludable implica tomar decisiones informadas sobre los alimentos que consumimos y cómo nos movemos, con el objetivo de promover un equilibrio adecuado para nuestro cuerpo y mente.

Por este motivo, profesionales de la salud y de la alimentación explicaron a Unividersidad cuál es la diferencia fundamental entre realizar un régimen alimentario y adoptar un estilo de vida saludable. Además, señalaron que, en muchos casos, los alimentos hipocalóricos que consumen las personas durante un proceso de adelgazamiento son nocivos y perjudiciales para la salud.

En primer lugar, la nutricionista Sofía Vilches remarcó que hacer dieta se refiere a seguir un plan alimenticio específico con el objetivo de perder peso o alcanzar ciertos objetivos estéticos. En ese sentido, resaltó que las dietas a menudo se centran en restricciones calóricas, eliminación de grupos de alimentos o enfoques de moda que prometen resultados rápidos. Sin embargo, agregó, estos regímenes alimenticios “pueden ser insostenibles a largo plazo y pueden tener un impacto negativo en nuestra relación con la comida y nuestra salud en general”.

En ese aspecto, Vilches aseguró que muchas personas creen que hacer dieta es sinónimo de salud y de hacer bien las cosas, cuando, en realidad, significa todo lo contrario, debido a que “provocarle un shock alimenticio al cuerpo muchas veces dista de ser saludable” y mucho más aún “la ingesta de algunos alimentos que, además de no ser recomendables para bajar de peso, son perjudiciales para el cuerpo”.

“Las famosas barritas de cereal no son buenas a nivel nutritivo y tampoco digestivo. Lo mismo ocurre con varias galletas de arroz, que tienen un alto contenido de sodio. Las gaseosas sin azúcar agregada tienen otros componentes químicos que las hacen peligrosas para la salud y por ello hay que evitarlas en los más jóvenes. Muchas personas reemplazan un alimento por otro, pero en realidad no modifican su forma de alimentarse, y eso genera otros problemas de salud por fuera de la obesidad”, aseguró Vilches.

Por su parte, la médica del Damsu Marisol Mantován afirmó que la diferencia fundamental entre una vida saludable y hacer dieta radica en el enfoque y la mentalidad. “Mientras que una vida saludable se basa en el equilibrio, la moderación y el disfrute de una variedad de alimentos nutritivos, hacer dieta implica seguir reglas rígidas ,y a menudo, excluye grupos de alimentos que son necesarios para una alimentación equilibrada. Una vida saludable se trata de nutrir y cuidar nuestro cuerpo, mientras que hacer un régimen específico suele enfocarse en la privación y la restricción”, explicó la especialista del Damsu.

Foto: Freepik.es

Por otra parte, la médica recalcó que es importante recordar que cada persona es única y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. Por ello, consideró que adoptar una vida saludable implica encontrar un equilibrio que funcione para cada persona y sus necesidades individuales. Se trata de escuchar a nuestro cuerpo, aprender a distinguir entre el hambre físico y emocional, y cultivar una relación saludable con la comida.

“La alimentación es un factor fundamental para alcanzar una vida saludable. Una dieta equilibrada y nutritiva, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Evitar el consumo excesivo de alimentos procesados, grasas saturadas, azúcares añadidos y alimentos altos en sodio es clave para prevenir enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas”, culminó Mantován.

El psicólogo social Gabriel Casciani y la profesora de educación física Ana Buttini coincidieron en que, más allá de realizar algún tipo de plan alimenticio, llevar una vida saludable “implica adoptar hábitos equilibrados y sostenibles que promuevan nuestra salud y bienestar en general”. “En lugar de centrarnos en la pérdida de peso rápida, debemos buscar una alimentación adecuada, la práctica regular de ejercicio físico, el manejo del estrés y el autocuidado emocional”, recomendaron.

"La actividad física regular es otro pilar de una vida saludable. La falta de ejercicio se ha convertido en una preocupación global, ya que el sedentarismo contribuye a la aparición de enfermedades y afecta negativamente la calidad de vida. Es muy importante que una persona realice al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana, combinando ejercicios cardiovasculares, de fuerza y flexibilidad. Eso puede ayudar a mantener un peso saludable, fortalecer los músculos y mejorar la salud cardiovascular”, enfatizó Ana Buttini.

“Al enfocarnos en una vida saludable en lugar de hacer dieta, podemos alcanzar una mejor calidad de vida a largo plazo y disfrutar de un bienestar duradero”, cerró Gabriel Casciani.

vida saludable, dieta, ejercicio, profesionales, diferencia, enfoque, 2023,