La pandemia afectó más a la niñez y a la adolescencia: el índice de pobreza llegó al 62,5%

Esa fue la conclusión de un informe del Barómetro de la Deuda Social Argentina. Se incrementaron los índices de pobreza y de inseguridad alimentaria.

La pandemia afectó más a la niñez y a la adolescencia: el índice de pobreza llegó al 62,5%

La pandemia también impactó en forma negativa en los indicadores de estimulación emocional e intelectual. Foto: Unidiversidad

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Unidiversidad. Fuente: Barómetro de la Deuda Social de la Infancia

Publicado el 24 DE JUNIO DE 2021

La pandemia afectó especialmente a la niñez y la adolescencia argentinas, entre quienes se incrementaron los índices de pobreza e inseguridad alimentaria, así como la insuficiente actividad física y el comportamiento sedentario.

Esas fueron algunas de las conclusiones del informe “Nuevos retrocesos en las oportunidades de desarrollo de la infancia y la adolescencia. Tendencias antes y durante la pandemia de la COVID-19”, realizado por integrantes del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA).

El estudio determinó que las y los adolescentes fueron más afectados, ya que la política pública de transferencia directa de recursos, en este caso la Tarjeta Alimentar, tuvo un efecto protector sobre la primera infancia, ya que, sin esta asistencia, esa franja tenía el doble de probabilidades de experimentar inseguridad alimentaria.

 

Una crisis que se agudiza

El informe concluyó que, desde el inicio de la pandemia, se registró un desmejoramiento de los indicadores sociales, sociolaborales y socioeconómicos, que se agudizaron con el tiempo. Esta situación –se destaca– afectó especialmente a la población de niños, niñas y adolescentes por dos aspectos: su mayor participación en los hogares más pobres, que sufren mayores carencias en el espacio de la alimentación y la subsistencia; y por otro, con mayores limitaciones para dar continuidad a la educación en modalidad presencial y fuertes limitaciones en el acceso a conectividad y tecnologías que garanticen la educación virtual, así como actividades lúdicas y de formación en el espacio del deporte, las artes y el juego recreativo.

El estudio mostró que esta tendencia de desmejoramiento tiene un correlato en los principales indicadores de pobreza e indigencia. En el primer caso, la estimación de la tasa de pobreza para todo el país en la franja etaria de 0 a 17 años pasó del 56,1 % para el cuarto trimestre de 2019 al 62,5 % para el mismo período de 2020. En tanto, la tasa total de indigencia pasó del 14,9 % al 15,8 %.

Con respecto a los indicadores de pobreza para el cuarto trimestre de 2020, el trabajo determinó que las infancias y adolescencias más afectados fueron las residentes en partidos del Gran Buenos Aires (el 71,4 %), y regiones de Cuyo (el 61,9 %), Pampeana (el 59,8 %) y Patagonia (el 51 %).

 

Inseguridad alimentaria

El estudio concluyó que la inseguridad alimentaria, es decir, la disponibilidad limitada en calidad y cantidad para cubrir los requerimientos nutricionales, se incrementó casi 4 puntos porcentuales entre 2019 y 2020.

Otro de los aspectos que resaltó el trabajo es que se postergó de modo significativo la atención preventiva de la salud de la niñez y la adolescencia, ya que el déficit de controles se incrementó casi 12 puntos porcentuales.

Las consecuencias de la pandemia también impactaron en los indicadores de estimulación emocional e intelectual, especialmente el relacionado con la palabra, es decir, contar cuentos o relatar historias orales, lo que afectó especialmente a la franja etaria en edad escolar, en los estratos bajos y medio no profesional. También hubo un incremento en lo que se define como “estilos de crianza nocivos”, entre ellos, el maltrato físico.

 

Educación en pandemia

En el estudio, también se analizaron indicadores de acceso a la información, que experimentaron una mejora relevante en el último año como consecuencia de una mayor conectividad por parte de los hogares donde viven niños, niñas y adolescentes, a través de servicios de internet. El cuando al ciclo educativo y a las formas de conexión, el trabajo determinó que la franja de niñez y adolescencia de los estratos más bajos y en los niveles inicial y primario se comunicó con sus docentes esencialmente a través de redes sociales (WhatsApp, Facebook, Instagram, etc.). En tanto, la comunicación a través de plataformas virtuales (Zoom, Teams, Classroom, etc.) fue más frecuente en los estratos sociales más aventajados y en la educación secundaria. 

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