Sobrevivir escribiendo: correspondencia carcelaria clandestina en la última dictadura militar

Un libro reúne las cartas de expresos y presas políticas de la Unidad Penitenciaria 1 de Córdoba. Paula Simón, investigadora de la UNCUYO, es una de las autoras.

Sobrevivir escribiendo: correspondencia carcelaria clandestina en la última dictadura militar

Foto: Prensa Conicet

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Prensa Conicet

Publicado el 21 DE JULIO DE 2021

Filosofía de la incomunicación. Las cartas clandestinas de la Unidad Penitenciaria 1 (Córdoba, 1976-1979) es el título del libro que contiene la investigación realizada por Paula Simón, investigadora adjunta del CONICET en el Centro de Literatura Comparada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), y Fernando Reati, Profesor Emérito de la Georgia State University, especialista en literatura argentina, memoria y derechos humanos. El volumen examina cerca de sesenta cartas clandestinas de ex detenidos y detenidas por razones políticas en esa penitenciaría durante la última dictadura cívico-militar.

Más de dos años de trabajo les llevó a los investigadores recolectar y analizar este archivo de correspondencia que comenzó con las cartas que el mismo Reati y su hermano menor, Eugenio, habían enviado de manera clandestina a sus padres desde la UP 1 de la ciudad de Córdoba entre 1976 y 1978.

El sistema de correo clandestino comenzó en 1976 luego de la política de incomunicación absoluta impuesta por el General Luciano Benjamín Menéndez, en ese entonces Comandante del III Cuerpo del Ejército, en las cárceles cordobesas durante más de tres años, un experimento único en el país que impedía a los presos mantener todo tipo de comunicación con el exterior incluyendo diarios, revistas, libros, radios y televisores, y, sobre todo, visitas y correspondencia con familiares.

“Las cartas que recuperamos en el libro fueron escritas desde la UP1 de Córdoba, donde Fernando compartió celda, entre otros, con su hermano menor, Eugenio. Gracias a un complejo sistema ilegal denominado ‘la paloma’, organizado entre los presos políticos y los presos comunes, Fernando, Eugenio y otros compañeros y compañeras lograron enviar a sus familiares y amigos numerosas cartas en las que contaban detalles del día a día vivido en prisión. En ellas también relatan las actividades, los castigos, las relaciones con los demás y el cúmulo de emociones y sentimientos que los atravesaban en esos momentos. Asimismo, estos autores y autoras plasmaron denuncias por la violencia sufrida en prisión y por la precariedad de las instalaciones, como también pedidos de información sobre las causas penales, una de sus mayores preocupaciones”, cuenta la investigadora.

A pesar del férreo aislamiento, los y las reclusas, con ayuda de detenidos por causas comunes, lograron enviar y recibir correspondencia en papel higiénico, envoltorios de cigarrillos e incluso pedazos de tela.

“Luego de valorar la importancia de las cartas de los hermanos Reati, Fernando propuso que contactáramos a otros ex presos y presas de la UP1 para conseguir más material. Poco a poco, y de manera casi ‘arqueológica’, fuimos recuperando cartas que estaban guardadas en los archivos personales de quienes estuvieron con Fernando en ese establecimiento penitenciario. Y digo de manera arqueológica porque muchas estaban en muy mal estado y tuvimos que transcribirlas para poder leerlas. La materialidad de estas cartas es una de sus características particulares: la mayoría de ellas está escrita con letra microscópica en pedazos de papel higiénico, en envoltorios de cigarrillos, en papel avión e incluso en trozos de tela. El paso del tiempo ha colmado el papel de manchas y roturas por lo que, en ocasiones, fue sumamente difícil recomponer el texto. Aun así, logramos rescatar al menos un centenar de textos provenientes de diecisiete autores y autoras, doce hombres y cinco mujeres que estaban alojadas en el Pabellón 14. Algunos autores no han sido identificados porque solicitaron el anonimato, o bien porque son aquellos que agregaron algunas líneas a las cartas de otros compañeros y no establecimos contacto directo con ellos”, detalla Simón.

La investigación pone en diálogo esta experiencia de escritura epistolar clandestina con otras similares que han ocurrido en países tales como Chile, Uruguay y España, donde también hubo gobiernos dictatoriales, y analiza de manera detallada algunos rasgos recurrentes como la utilización de eufemismos, tachaduras y otras estrategias utilizadas por los y las presas políticas para comunicarse con el exterior.

“En el libro hemos prestado atención tanto al contenido de las cartas, como a los recursos formales puestos en marcha para relatar lo vivido en la cárcel. En cuanto a lo primero, hemos identificado distintos temas tratados: el desarrollo del sistema de correo denominado “la paloma”; las variadas denuncias contenidas en las cartas; la supervivencia; las actividades desarrolladas para combatir el aburrimiento como fiestas y cumpleaños, enseñanza de cursos, coros, teatro, juegos, gimnasia dentro de las celdas, artesanías, escritura de poesía y cuentos; reflexiones íntimas, etc. Y en cuanto a las estrategias discursivas, sobresale particularmente una galería de metáforas que desafían los condicionamientos del lenguaje descriptivo, un lenguaje hiperbólico y exagerado, como así también el recurso del humor, la ironía y el sarcasmo como una forma de escapismo”, relata la científica.

Al ser clandestinas, estas cartas no estaban sometidas a la censura institucional. Por lo tanto, quienes las escribían podían expresar allí informaciones, pensamientos y reflexiones que hubieran sido fuertemente impugnados en las cartas legales. Por las características específicas de este archivo, el estudio constituye una novedad en el ámbito de los estudios sobre la memoria reciente argentina ya que recupera una situación muy particular en el sistema carcelario de la dictadura del cual se conoce muy poco.

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