Las nevadas no alcanzan y Mendoza se prepara para otro año de crisis hídrica

A pesar de las precipitaciones níveas registradas en la última semana, se necesita el triple para llegar a un año medio. Con este panorama, se anticipa un verano complicado.

Las nevadas no alcanzan y Mendoza se prepara para otro año de crisis hídrica

Foto: gentileza Gendarmería Nacional

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Cambio climático

Unidiversidad

Por Unidiversidad

Publicado el 24 DE AGOSTO DE 2021

Mendoza se enfrenta a una compleja situación, tanto a nivel níveo como en sus precipitaciones. Estos días de anhelado "manto blanco", se realizaron relevamientos en la Cordillera, pero aún no se llega ni a la mitad de lo que nevó el año pasado, para esta misma fecha. Con un panorama de escases de nieve y pocas precipitaciones, anticipan otro verano difícil, con eventuales cortes de agua y dificultades para el riego agrícola.

“La Cordillera de los Andes juega un papel clave. Naciones Unidas definió a las montañas como las torres proveedoras de agua, y esta terminología se ajusta perfectamente a la Cordillera. La situación aún es más importante en este momento en donde existen problemas hídricos”, expresó Ricardo Villalba, investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), en la presentación del Observatorio de Nieve en los Andes de Argentina y Chile.

En concreto, la nieve acumulada durante el invierno en los Andes es la fuente principal de agua en Chile Central y el Centro-Oeste de la Argentina, y más de 15 millones de personas dependen de este recurso para consumo doméstico, irrigación, industrias, generación hidroeléctrica y recarga de acuíferos. Además, numerosos ecosistemas naturales se benefician del agua proveniente de la Cordillera.

Sin embargo, Mendoza está atravesando momentos complejos. Según informó el Departamento General de Irrigación (DGI), durante la jornada de este martes se realizaron relevamientos en toda la cordillera, ante las importantes nevadas de los últimos seis días, pero hasta ahora fueron menos de la mitad que a la misma altura del año pasado. “Aún se esperan por lo menos dos días más de precipitaciones”, agregó el informe del DGI.

En tanto, investigadores afirmaron que la situación de nieve en alta montaña sigue siendo escasa, ya que para llegar a un año medio tendría que nevar, como mínimo, el triple de lo que ha nevado hasta ahora. Si se compara este año con 2019, ya se han superado los valores de esa temporada, la peor registrada en más de 50 años de registro, y en algunas cuencas, como la del Atuel, ha sido la peor en los últimos 100 años.

Frente a este contexto, el lanzamiento del Observatorio de Nieve en los Andes de Argentina y Chile busca visualizar la cobertura de nieve en las principales cuencas hídricas de los Andes. “Para mapear la cubierta nival se utilizan satélites ópticos, que tienen como función captar la energía reflejada por la tierra. Dentro de ese espectro visual, la nieve puede reflejar entre el 80 % y casi el 100 % de esa energía. Nosotros podemos evaluar día a día como se va comportando la evolución temporal de nieve, analizar un dato específico con el promedio”, explicó Leandro Cara, geólogo investigador del IANIGLA.  

Para Mariano Masiokas, integrante del equipo de Investigación del Instituto, es importante remarcar la relación que existe entre nieve y precipitaciones. “Se puede ver cómo en la última década, a partir de 2010, los valores de nieve están muy bajos y no se han recuperado, y eso se ha reflejado en los caudales. Con estos registros nos interesa comparar los registros que ya tenemos desde 1909 de las cuencas, con las series de nieve que vamos a obtener del observatorio”.

En términos generales, el estrés hídrico y níveo está estrechamente relacionado con el cambio climático producto de las actividades humanas. “A escala regional lo que se observa, sobre todo con las mediciones hasta el momento es que la cordillera de Los Andes en la zona de Mendoza se ha estado calentando en las últimas décadas a una tasa más elevada al promedio del planeta”, explicó Lucas Ruiz, geólogo del Ianigla a medios provinciales.

“Es algo que sucede en casi todas las regiones de montaña. Por otro lado, algo que nosotros sabemos al vivir en esta zona, es que ha aumentado la sequía en las últimas décadas. Sobre todo los escenarios de proyecciones de cambio climático muestran que estas condiciones van a seguir pero serán más severas dependiendo del grado de calentamiento”, agregó.

Durante las últimas semanas, el último informe de Naciones Unidas evaluó cómo el calentamiento global cambiará el mundo en las próximas décadas. Además, marcó el punto de alerta roja.

“El cambio climático es una verdad irreversible. El clima se está poniendo extremo y el estudio ha demostrado que los valores de dióxido de carbono y metano en la atmósfera son los más altos de los últimos tres millones de años”, expresó el divulgador científico, Esteban Tablón, a Señal U.

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