Qué compramos cuando comemos

Los alimentos ultraprocesados –de baja calidad nutricional– son los más consumidos, pero sus envases mienten sobre sus nutrientes. La falta de legislación sobre etiquetado y la ausencia de controles ponen en riesgo la salud de los argentinos.

Qué compramos cuando comemos

El 17 % de las primeras marcas no cumple con lo que dice la etiqueta nutricional. Foto ilustrativa blog.medicadiet.com.

Sociedad

Salud

Unidiversidad

Unidiversidad / Nico Nicolli

Publicado el 18 DE AGOSTO DE 2017

Los argentinos no sabemos lo que comemos. Al menos, esa es la conclusión a la que llegó la Fundación Interamericana del Corazón (FIC). En nuestro país, nueve de cada diez cereales de desayuno, postres y galletas dulces contienen una cantidad excesiva de sodio, azúcares libres y grasas, y se debe, principalmente, a los mensajes engañosos que figuran en la parte frontal de los envases. En el Congreso de la Nación hay un proyecto de ley que quiere regular el etiquetado de alimentos, pero todavía no arribó al recinto para ser debatido.

Según la investigación de FIC Argentina sobre 300 productos (galletitas dulces, postres y cereales de desayuno), el 87 % tiene baja calidad nutricional, es decir, una nociva cantidad de sodio, azúcares libres y grasas. Los especialistas atribuyeron la preferencia por estos productos a las estrategias de marketing (uso de personajes infantiles, sorpresas, juegos) y a las confusas leyendas sobre componentes nutricionales que aparecen en los envases.

Los resultados del informe de la FIC evidencian que la regulación de envases en Argentina no es efectiva para la protección del derecho a la salud, a la alimentación adecuada y a la información de los consumidores.

En nuestro país, la normativa vigente de etiquetado habilita a la industria de alimentos a incorporar información que confunde al consumidor y a aplicar técnicas que buscan atraer a los chicos al consumo de productos no saludables. Sin embargo, en el Congreso de la Nación está “cajoneado” un proyecto de ley sobre etiquetado de alimentos que todavía no pudo tratarse en el recinto por el clima electoral del momento.

El proyecto, impulsado por la diputada Graciela Cousinet (Libres del Sur-Cambia Mendoza), propone que sepamos qué estamos comiendo con la aplicación de un sistema similar al que funciona en Chile. Con rótulos legibles en la parte frontal de los envases, se advierte al consumidor sobre la composición de grasas, azúcares y sodio de los alimentos. Pero ese es sólo el primer paso, ya que el proyecto va acompañado de una campaña de concientización y la prohibición de la venta de productos ultraprocesados en escuelas, por ejemplo.

Cousinet advirtió a Unidiversidad sobre las “mentiras” que existen detrás de las etiquetas y de la información presentada en los envases. Mensajes que intentan persuadir a los consumidores como "fuente de vitaminas y minerales" o "50 % de calcio diario recomendado" figuran en el 40 % de galletas, postres y cereales, según la Fundación del Corazón, y no son cifras que se cumplan.

Según un análisis de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), publicado esta mañana por diario La Nación, en el rubro galletitas, el 17 % de las primeras marcas no cumple con lo que afirma la etiqueta de información nutricional. Pero ese porcentaje trepa al 50 % en las segundas marcas: la falta de control pone en riesgo la salud de los argentinos.

En Argentina, el sobrepeso y la obesidad en adolescentes de 13 a 15 años aumentó del 24,5 % al 28,6 % de 2007 a 2012, según la última Encuesta Mundial de Salud Escolar. En tanto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), indicó que el 9,9 % de los niños menores de cinco años tienen sobrepeso. 

En Chile se identifica a los productos con rótulos negros y legibles sobre grasas y azúcares (Foto: nodaleconomia.am)

 

Otro gran problema es la predisposición del ser humano hacia los productos ultraprocesados. Cousinet comentó que este tipo de productos, es decir, aquellos de alto valor calórico y bajo valor nutricional, son más baratos en el mercado y, por consiguiente, elegidos por la población más vulnerable de la sociedad.

Según especialistas de la salud, en los primeros tres años de vida se forman el paladar y la adaptabilidad a ciertas comidas. Si al pequeño o pequeña se lo acostumbra a la ingesta de alimentos con bajo valor nutricional, es difícil que luego adopte una dieta saludable. “Por eso los mendocinos no nos acostumbramos al pescado”, ejemplificó Cousinet.  

"Comprame el que trae a…"

La Fundación Interamericana del Corazón también evaluó las técnicas de marketing utilizadas en los envases: hay una fuerte presencia de personajes para captar al público infantil. Estas estrategias, así como la publicidad por otros medios (TV o internet, por ejemplo), claramente influyen en las preferencias de consumo de los niños, niñas y adolescentes e impactan en el desarrollo de la obesidad infantil.

La investigación reflejó que tres de cada diez galletas, cereales y postres altos en sodio, grasas y azúcares presentan personajes en sus envases, tanto aquellos creados por la marca como así también personajes animados, deportistas y celebridades. Pero además se detectó, en menor medida, la presencia de otras técnicas de marketing, como la entrega de regalos, los envases coleccionables y los juegos.

Desde la FIC manifestaron que es necesaria una política que regule de manera efectiva la información que se incluye en los envases de alimentos y que contemple una restricción al uso de técnicas de marketing dirigidas a niños y niñas. 

 

sociedad, salud, alimentos, nutrientes, alimentación, dieta, etiquetado, ,